Al descubrir el canal de Jaime Altozano, una palabra alemana, "Leitmotiv," resonó en mi mente.
Este término, que significa "motivo conductor" en español, es una frase musical breve y recurrente asociada a personas, lugares o conceptos, la cual va más allá del ámbito sonoro; es la esencia misma de la expresión artística.
La industria cinematográfica lo abraza con fervor, como en "Jaws", donde la melodía anticipa el terror submarino. Series como "Miami Vice" y épicos cinematográficos como "El Señor de los Anillos" y "Star Wars" confían en leitmotivs para resaltar personajes y situaciones.
En el arte, reconocemos a los maestros por sus temas recurrentes: las pinturas oníricas de Dalí, las esculturas esbeltas de Giacometti, las obras coloridas de Calder y Miro. Van Gogh, con sus pinceladas únicas, convierte su estilo en un leitmotiv distintivo.
La literatura también se adhiere al poder del leitmotiv.
Desde el verde resplandor en "El Gran Gatsby" hasta el violín que subraya el hogar acogedor en las historias de Laura Ingalls Wilder, estos motivos recurrentes se entrelazan con la trama y la emoción.
La adopción del término alemán "Leitmotiv" destaca la influencia de compositores alemanes como Wagner y Berlioz, quienes lo popularizaron. A diferencia del término más psicológico "idée fixe" de los franceses, el leitmotiv se erige como una expresión neutral y arraigada en el lenguaje musical.
Este concepto ha trascendido fronteras culturales y disciplinas artísticas, desde la música hasta el cine, el arte y la literatura. Es la melodía que guía la narrativa, el pincel que define el lienzo y el hilo que une las páginas de una historia, convirtiéndose en un legado atemporal.
Comments