La decoloración es un proceso químico que permite extraer o eliminar la pigmentación del cabello, ya sea natural o artificial.
Este proceso se realiza utilizando un polvo o pasta decolorante que se mezcla con peróxido u otro activador, el cual abre la capa externa de la fibra capilar o cutícula, permitiendo que penetre para eliminar la melanina.
El color del cabello se identifica genéricamente con números, siendo el negro el número 1 y el rubio extra claro el número 10. Entre estos números se encuentran los castaños oscuros, castaños claros, rubios oscuros, rubios medios, etc.
En la decoloración del cabello se presentan varias etapas, que van desde el castaño medio hasta el rubio más claro. Entre más oscuro sea el cabello de base y más claro sea el tono deseado, más potente deberá ser la decoloración, lo que implica dejar el agente decolorante durante más tiempo. Es preferible realizar una segunda o incluso tercera decoloración, ya que los primeros 10 a 15 minutos del decolorante son los más activos; después de 50 minutos, su efecto se ha perdido completamente.
Como es lógico, cuanto más intensa sea la decoloración del cabello, mayor será el riesgo. Es un procedimiento agresivo que altera la estructura de la cutícula, debilitándola e incluso dañándola irreparablemente, especialmente si este proceso no es realizado por profesionales o si se emplean materiales de baja calidad. Esto reduce la efectividad de la capa protectora del cabello y provoca la pérdida de parte de su hidratación.
En el caso de las decoloraciones más agresivas, sucesivas o que implican un mayor uso de productos químicos, el cabello puede resecarse de forma excesiva. Si los productos se dejan más tiempo del debido, incluso se corre el riesgo de que el cabello se queme y sufra daños importantes.
Algunas personas pueden notar, tras la decoloración, que su cabello está mucho más débil y quebradizo. También existe el riesgo de sufrir reacciones alérgicas a alguno de los productos utilizados o irritación debido al contacto de estos productos tan agresivos con el cuero cabelludo. Es recomendable, la primera vez, realizar una prueba en la piel y en un mechón de cabello antes de proceder con el tratamiento.
Comments